Carta a las familias

Estimadas familias,
Vaya final de trimestre… Y después de esta reflexión tan pesimista y que no ayuda
en nada, me gustaría tener un rato con vosotros. Un rato para que, juntos,
recordemos todo lo bueno que tenemos. Somos un gran colegio. Se intenta, desde
todos los ámbitos (profesorado, AMPA, servicio de comedor, empresas de actividades
complementarias y extraescolares, limpieza, mantenimiento…) que tengamos lo mejor
que se puede ofrecer.
El curso 19/20 se va a quedar en esto, en el covid-19, en las penas y problemas.
Pero hasta hoy se han hecho muchas cosas y muy buenas. Fuimos a Sos del Rey
Católico (ya veis, las fechas no nos parecen tan mal ahora…); hemos hecho
excursiones; hemos tenido charlas; fuimos a la residencia de ancianos a cantar
villancicos; tuvimos una fiesta para Navidad con chocolate y todo; nos hemos comido
la longaniza; se ha dado un salto en el uso de las tecnologías muy importante; hemos
tenido un encuentro con la base científica de La Antártida; campeones autonómicos en
clipmetrajes; ha habido encuentros con científicas; estábamos a un paso de volver a la
Sala Mozart a triunfar con otra cantata… Acordémonos de todo lo bueno que hacemos
a diario. Esto no es un combate de boxeo donde el último golpe, demoledor, tira por
tierra los asaltos anteriores. Esto es un camino donde un tropezón se arregla
levantándonos y dando otro paso. El camino recorrido es válido, y lo que queda se
hará. El tropezón solo será un recuerdo, pero no el único.
Nos llegan todas vuestras dificultades, que son muchas y con miles de matices.
Aquí estaremos para ayudaros, y si no se puede ahora, tranquilos, que el camino sigue
y nadie se ha salido.
Es emocionante las muestras de empatía, de ganas de ayudar, de respeto, de
comprensión y de cariño que mostráis a diario. Todos los días, con nuestros aplausos,
nos acordamos de los que nos están ayudando. Vosotros, en casa, con la chavalería, lo
estáis bordando.
Estoy orgulloso de pasar por esto con todos vosotros. Y muy orgulloso también de
tener estos compañeros, a los que sacaron de su terreno para meterlos en un lugar
donde nadie está cómodo y que, desde el primer momento, han reaccionado con
rapidez, trabajo, dedicación y cariño.
Hoy, nadie sabemos cuándo volveremos a lo que teníamos antes, ni cómo
estaremos cuando volvamos, ni qué nos espera hasta entonces, pero hoy nos tenemos
a nosotros y nos tenemos que seguir cuidando.
Gracias a todos y os mando un abrazo (tan fuerte como las ganas que tenemos
todos de volver).

Rafael Casanova

Deja una respuesta